martes, 10 de diciembre de 2013

Reflexiones sobre los nacionalismos

A lo largo del viaje por Perú me ha hecho gracia darme cuenta de que todos los nacionalismos parece que funcionan igual (sí, vale, no es nada nuevo, pero tiene su aquel verificarlo durante un viaje, ¿no?)
En Perú se ensalza mucho al Pueblo Inca, concretamente a los que son, según la leyenda, los padres de tan interesante cultura, Mama Ocllo y Manco Cápac. Éstos, que según la misma leyenda de antes emergieron de las aguas del lago Titicaca

Nada como google imágenes para buscar cualquier cosa y que sólo salgan desnudos... He aquí una representación de Manco Cápac y Mama Ocllo saliendo del Titicaca

y llegaron hasta Cusco para asentarse y enseñar a las gentes de allí a labrar la tierra, a hacer canales, a coser, hacer telares y cocinar (podéis imaginaros quién se dedicó a enseñar cada cosa).

Esto ya se parece más a la imagen previa que yo tenía de ellos. Los mismos de antes fundando Cusco.

El caso que este buen matrimonio impuso entre las gentes del lugar (que antes de su llegada debían ser como poco unos salvajes) leyes justas, el amor a la naturaleza y a la vida (creando los primeros ecologistas antes de que esa palabra tuviera siquiera significado) y, por supuesto, el culto a Inti, el Dios Sol (y también algún que otro sacrificio humano como el de Juanita, pero vamos, minucias...) y por tanto, en el Perú actual, son considerados como los padres de una sociedad justa, ecologista, culta, avanzada y feliz, la misma que destrozaron los españoles gracias a la superioridad armamentística y a los caballos (que parece que tuvieron bastante protagonismo en la conquista).
Lo gracioso del tema es que este gran pueblo que comenzó en la zona sureste del Perú (podéis buscar las referencias en el mapa del viaje, o en Google si queréis) se dedicó su último siglo de existencia (de 1438 a 1533) a conquistar todos los pueblos que pudo, llegando el imperio Inca desde el norte de Ecuador al sur de Chile. Pisoteando, masacrando y subyugando, obviamente, a los pueblos que previamente ocupaban esas tierras.
Uno de estos pueblos, que también poblaban Perú antes de la creación del propio Perú, eran los Chimú (http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_Chim%C3%BA). Estas buenas gentes (que según su propia leyenda habían llegado desde el mar como dioses para dominar a los Moche, que estaban antes que ellos, osea, otros asesinos más para la lista...) parece que eran, antes de la llegada de los incas, un pueblo muy culto y desarrollado (a tenor de los restos en cerámica y metales, y de las edificaciones que se han encontrado de ellos).
De paseo por Chan Chan (Trujillo), ciudad capital del imperio Chimú.
Los chimú estuvieron bajo dominio inca durante unos cien años, pasando después a estar bajo dominio español durante casi trescientos años, hasta que en 1821 el Perú se proclamó por fin independiente.

Y aquí mi reflexión: ¿por qué un peruano del norte que tiene como ancestros 200 años de peruanos, 300 de españoles, 100 de incas, 300 de chimú y a saber cuantos de moche decide sentirse inca por encima de todo? Pues porque el político/libertador de turno durante la independencia decidió que es más fácil ganar la guerra si unía a su pueblo contra la opresión española convenciéndoles de que antes de su llegada eran un pueblo unido y feliz y que todos los males de su vida se deben única y exclusivamente a la opresión imperialista de la Madre Patria.

Pues eso, el que quiera entender, que entienda :)
PMAU

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