martes, 11 de febrero de 2014

Mendoza, la primera ciudad argentina que pisamos

Y llegó Pi y trajo buenas noticias desde Alemania (y turrón también) y con ese buen rollo partimos en bus desde Santiago de Chile a Mendoza por la noche, lo que implicaba pasar la frontera de noche, es decir, dormir poco. Cruzamos por el paso de Los Caracoles con un poco de pena porque nos habían dicho que era precioso pero de noche nos lo perdíamos- Por suerte eso cambiaría y pudimos verlo más adelante, ya veréis cómo.
El recibimiento en Mendoza fue impecable, Normi y Sebas (su novio) nos recogieron en la terminal de bus y nos llevaron a casa de los Quiroga donde nos esperaba hasta un cartel de bienvenida. 
Recién llegadas a casa :)
Durante la semana que estuvimos allí hicimos más vida familiar que otra cosa, tranquilas en casa, saliendo a cenar o a tomar helado, algún que otro paseo por Mendoza y, por supuesto, en Argentina había que hacer un asado en casa :)
Visitando el Cerro de la Gloria donde se ve a al ejército de los Andes liderado por el General San Martín. Con el Sosio, cómo no.
En familia a punto de cenar asado, ¡¡qué bueno, Raúl!! La luz que se ve al fondo es de la candela :)
Y por supuesto, alguna que otra excursión, como la ruta en bici en el Cristo Redentor (los caracoles que comentábamos antes) desde donde vimos el Aconcagua, el glaciar del Cojo y la cara de Caballo que a Nola le costó lo más grande. ¡Gracias Pollo por prestarnos las bicis!
¡Aquí empezamos!
De la subida no hay fotos, no estábamos para cargar la camarota :)
Pero sí de la llegada al lado chileno :)
O la ruta al dique, donde queríamos hacer kayak pero el tiempo no nos dejó más que hacer un poco el tonto y jugar un rato por ese paraje maravilloso.
¡Qué locas!
No es mal sitio para jugar a las ranitas, ¿verdad?
Me encanta esta foto de Normi con los pelos de punta por la electricidad del ambiente. ¡La describe taaaan bien! 
¡Qué bonito, chiquilla!
Nunca podremos agradecer tanta hospitalidad, tanto cariño, tantas atenciones como nos brindaron Normi, Raúl, Sebas, Luisa y el Pollo. Tantas tantas fueron que decidimos pasar la Nochebuena con ellos comiendo tortilla de patatas y cordero al disco. Personas excepcionales, amigos sin duda.

Nola y Pi

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