jueves, 27 de febrero de 2014

Ya se acaba 1/2...

Parece mentira porque aún nos quedaban dos semanas enteras de viaje, pero cuando salimos de las Torres del Paine y no podíamos quitarnos de la cabeza la sensación de que se estaba acabando :'(

Para intentar remediarlo, hicimos un fin de fiesta en condiciones, viajamos a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo (bueno, oficialmente es Puerto Williams, Chile, pero los argentinos dicen que eso no cuenta como ciudad), la Ciudad del Fin del Mundo, como la llaman ellos.
Se encuentra en la Tierra del Fuego (el gentilicio es "fueguinos", jaaaaaaaajajajjajajajjaj),
Imagen sacada de la wiki :p
que Pi siempre había pensado que se llamaba así porque tenía muchos volcanes, pero nada más lejos de la realidad, es una zona bastante plana, llena de ovejitas y vaquitas felices pastando a todo lo que dan sus muelas.
Típica guiri haciéndose la foto en el cartel de Tierra del Fuego :) 
Se llama Tierra del Fuego porque los primeros conquistadores, que pasaron por allí en barco entre las miles de islas que lo conforman, veían en las orillas las hogueras que los indígenas autóctonos (estos personajes, no digáis que no molan) hacían para protegerse del frío porque los personajillos iban prácticamente desnudos.
Autor: Martin Gusinde, entre 1930 y 1940. De la colección de la Biblioteca Nacional Argentina
Pese a la historia tan interesante que tiene, la ciudad de Ushuaia no tiene mucho que ver (como ciudad), es una constante cuesta rodeada de montañas y agua (el canal Beagle, que la separa de Puerto Williams). Eso sí, es una zona impresionante para disfrutar de la naturaleza. Por el módico precio de 200 USD te dan un paseíto por el canal y te llevan a ver el faro, etc, cosa que como imaginaréis, no hicimos. Otra opción es adentrarte en el Parque Nacional Tierra del Fuego, cosa que sí que hicimos porque se adaptaba bastante mejor a nuestra economía :)
Monte Cinco Hermanos, parte de las montañas que rodean la ciudad.
Allí pasamos un par de días entre mucho verde, agua, montañas y zorros (parecía un montón de Calvins un poquitos más grandes pidiendo comida a todos los campistas). Se supone que también hay muchos castores (una especie foránea que causa estragos en el parque, aunque es uno de los mayores atractivos, ¡qué cosas!), pero nosotras sólo pudimos ver su rastro.

Aquí os dejamos algunas fotos del parque :)
Precioso paraje y precioso día :)
La modelo de antes posando para todos ustedes.
Y la otra modelo, escondida entre los árboles del frondoso bosque.
Pero frondoso...



El trabajo de los castores es perfecto, ya quisiera más de un scout cortar troncos así de bien.
Viendo su casita (aunque esta estaba abandonada)
En la subida a Cerro Guanaco, telita marinera. Aunque muy divertido porque tenía zonas como ésta, en la que había que jugar a no caerse saltando árboles enredados (con la pañoleta, claro) :D
Desde uno de los miradores de Cerro Guanaco, el Sosio contempla el paisaje.
La subida al cerro no se pudo culminar porque había una zona de fango imposiblebleble de traspasar con las botas que llevábamos (oooooooooooh), pero sí llegamos al final del parque, por un sendero pequeñito que llevaba al hito XXIV y donde había un cartel que decía: "Frontera de Argentina y Chile, no pasar", y pasamos, claro :)
Mapa "pedido prestado" a: http://www.senderospatagonia.com.ar/2010/03/mapa-del-parque-nacional-tierra-del-fuego
Fue una ruta fácil y divertida aunque con un billón de trillones de mosquitos que atacaron un poco a Nola, pero nada demasiado grave como para huir de allí :)

Nola y Pi

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